[1] La primera descripción pública de la enfermedad ocurrió en 1914 por el médico alemán residente en Brasil, Max Rudolph.Se prefiere el uso de cromomicosis sobre cromoblastomicosis debido a que los organismos causales no producen esporas (blastosporas).Las especies de hongos que más frecuentemente causan estas infecciones son Fonsecaea pedrosoi, Phialosphora verruscosa y Cladosporium carrionii.Una vez inoculado el hongo en su estado saprofito, tarda varias semanas a meses en aparecer en la piel una lesión en forma de placa eritematosa y asintomática que luego se vuelve verrucosa.Todas las especies que producen la cromomicosis crecen lentamente (de 10 - 40 días) y las colonias entre todas las especies etiológicas son macroscópicamente indistinguibles uno del otro: aterciopelados, brillosos, radiadas y color de verde oscuro a negro.Las terapias más exitosas son la criocirugía con nitrógeno líquido así como aplicando calor intenso local (unos 45 °C) en conjunto con antimicóticos como el itraconazol.Debe instruirse a las personas en los medios rurales, donde el padecimiento es más frecuente, sobre la necesidad de usar zapatos y utilizar ropa adecuada que prevenga traumatismos cutáneos con materiales infectados, a partir de los cuales se produce la inoculación.[cita requerida] La educación del paciente, encaminada a que solicite los cuidados médicos necesarios en forma temprana y oportuna, es esencial para evitar la diseminación del padecimiento, que dificulta mucho el tratamiento eficaz y hace prácticamente imposible la curación.
Cuerpos escrleróticos de color pardo, con
hifas
en el fondo, de un paciente con Cromomicosis por
Fonsecaea pedrosoi
.