Tratados de Tzucacab

En 1847 Yucatán era una república en ciernes, separada de México, país con el que incluso había sostenido un conflicto bélico del que había salido relativamente victorioso al expulsar de su territorio a las tropas representativas del México centralista.

Mientras tanto, el gobernador Méndez había agotado las posibilidades y recursos para obtener la paz, solicitó inútilmente apoyo militar a los gobiernos de Estados Unidos, Cuba, Jamaica, España e Inglaterra.

Por tales discrepancias, Jacinto Pat fue considerado traidor a la causa de los rebeldes, y poco después, fue asesinado.

En contraste, la población maya de occidente —que había estado por más tiempo acostumbrada al peonaje— se unió a las fuerzas del gobierno.

[4]​ Barbachano pidió apoyo al gobierno mexicano, la respuesta del entonces presidente José Joaquín de Herrera fue positiva, se enviaron municiones y armamento.

Los Tratados firmados en Tzucacab, Yucatán fueron insuficientes para terminar con la guerra de castas, conflicto que se prolongó hasta 1901