Orden de Cluny

Pretende obtener la protección y la garantía de la Santa Sede dado que su poder era muy escaso.

En esta época, numerosos dominios son legados al papado, como Vézelay.

Bernon murió en 926 tras una vida dedicada a la expansión de la regla por numerosos monasterios.

El monasterio obtiene el derecho de acuñar moneda, se abren escuelas y una biblioteca.

Le sucede Aimar, prosiguiendo su obra, pero en 948 queda ciego y nombra como coadjutor a Mayolo, que acaba dirigiendo Cluny desde 954 hasta 994.

La regla (llamada clunisienne o cluniacense) es adoptada por otros monasterios que forman, junto con Cluny, un verdadero imperio monástico de prioratos autónomos aunque sometidos al gobierno común del abad de Cluny.

La orden se apoyaba en la alta aristocracia, el emperador, el rey de Borgoña, los condes y los obispos.

Pero en una época marcada por el desmoronamiento de las estructuras carolingias y el desmantelamiento laico, no pudo contar con la protección de la alta aristocracia y se alió con los señores, la fuerza preponderante desde comienzos del año mil.

Sin embargo, todos siguieron controlados, bien por el propio Odilón, bien por la mediación de los grandes abades.

Cuando murió Odilón, la orden contaba con 70 conventos y Cluny poseía pujantes abadías que, en ocasiones, mantuvieron su autonomía.

Durante su abadiato se incorporaron a Cluny grandes abadías, como las de Moissac (Sur-Oeste), Lézat (Ariège), Figeac (Quercy).

El abad San Hugo tuvo una importantísima intervención en la Querella de las Investiduras que enfrentó al papado con el emperador germánico.

Empiezan las primeras dificultades económicas de la Orden que generan una protesta contra el abad.

Las críticas se hacen patentes mediante la inclinación hacia otra orden monástica llamada cisterciense, fundada en 1098.

Pons solicita una entrevista con el Papa Calixto II, y presenta su dimisión a la salida de la misma sin que se conozcan las razones.

Finalmente, Pons será excomulgado y la Orden quedará en manos de Pedro el Venerable.

Directamente sometida a la Santa Sede, Cluny es, en el siglo XI, el instrumento más eficaz en la consecución de la paz y en la reforma gregoriana.

El mismo se encuentra en San Pedro el Viejo, en Borgoña, Alemania y Suiza.

Planos de la abadía de Cluny