La fuerza francesa al mando del contraalmirante Luis Francisco Leblanc[2] estaba compuesta por la fragata Minerve, corbetas Sapho, Camille, Perlé, Adour, Expeditive y Bordelaise, bergantines Pylade, Solphe, Cerf, Latin, Badine, Assas y Alerte, naves que estacionaron en los fondeaderos de Buenos Aires, Salado, Tuyú, Ensenada y Martín García.
A estos buques se sumaron las goletas Vigilante, Eclaire, Forte, San Martín, Fortune, Martín García, Ana, Caimán, Firmeza y Ceres, que fueron adquiridas en Montevideo.
El 27 Roger elevó una propuesta a través del gobierno de Manuel Oribe por la que la Confederación cedía en todos los puntos pero al manejarse por anexos secretos cubría las apariencias de cara a la opinión pública argentina, propuesta que fue rechazada por el nuevo ministro de relaciones exteriores, Felipe Arana, como ignominiosa.
El enemigo colocado bajo nuestro fuego y nuestros doce libras desmanteladas como ocurrió en la acción, pues caían a cada descarga, teniendo por consiguiente que volverlos a colocar por la fuerza.
Observé que una caja de municiones estaba incendiada siendo el fuego extinguido con gran dificultad.
Triunfaron, pero ello fue debido a su fuerza mucho mayor, su escuadra y otras circunstancias que han sido relatadas.
El comandante Lalande de Calán acompañó personalmente a Costa, Thorne y Argerich, y permitió enarbolar en la proa del bote que los conducía el pabellón argentino.
El Comandante del bloqueo y Gefe de la expedición sobre Martín García, Al combinarse el conflicto con Francia y con la guerra civil que se expandía por las provincias, Rosas no pudo ya negociar, por cuanto cualquier concesión aparecería como impuesta por sus adversarios.
Rosas optó por la estrategia de controlar el frente interno, apoyarse en Gran Bretaña y evitar acciones directas sobre las fuerzas francesas, contando con que el tiempo jugaba a su favor.
Gran Bretaña comenzó a presionar al gobierno francés por una resolución del conflicto, que afectaba al comercio británico y amenazaba con extender la influencia francesa en ambas márgenes del Plata.
Igualmente, la captura de dos buques americanos y la reacción de los Estados Unidos forzó al gabinete francés a ser menos estrictos en exigir el cumplimiento del bloqueo a los países neutrales.
Respecto a la devolución de Martín García, Mackau quería diferirla hasta ratificarse el tratado por el gobierno francés, pero Rosas exigió que se hiciese dentro de ocho días, reponiéndose sus cañones y armamentos, lo que finalmente se concedió.