Segundo ejército correntino contra Rosas

En 1838, sin embargo, el estable edificio de la Confederación Argentina se comenzó a resquebrajar.Lavalle se había unido a las campañas contra Rosas convencido por Florencio Varela.Lavalle, desilusionado por la falta de apoyo local, decidió no volver a arriesgar sus tropas en otra batalla desigual; perseguido por López, se retiró hacia Corrientes, ingresando en esa provincia.Derrotó al comandante Maciel en el combate de Bacacuá, y lo mandó fusilar.López arreó el ganado que encontró y se retiró de Corrientes.López debió alejarse de las fronteras de Corrientes para ayudar a salvar el ejército entrerriano en retirada; logró destruir una flotilla francesa en Ayuí, permitiendo que Echagüe cruzara el río Uruguay.Estos fueron abandonados por los indígenas que los guiaban y fueron derrotados completamente en Cayastá el 26 de marzo.Lavalle trasladó su ejército hasta Punta Gorda, actualmente Diamante, donde se encontró con la flota francesa.En ella había llegado el general José María Paz, un jefe especialmente capaz.Ferré, enfurecido, lanzó una proclama violenta contra Lavalle: Después de aprovisionarse de caballos, lo que le tomó más tiempo del previsto, porque el general Ángel Pacheco le dispersó los que tenía, el ejército correntino avanzó hacia Buenos Aires.Llegó hasta Merlo, donde se detuvo a esperar la rebelión de los antirrosistas en la ciudad.Las fuerzas del sur de la provincia, organizadas por el coronel Vicente González, intentaron acercarse a Lavalle, que las dispersó en tres pequeños combates.Y después dio el mando del ejército combinado al general más antiguo; esto es, a Oribe.Lavalle llegó hasta Santa Fe (capital), ciudad que estaba defendida por una pequeña fuerza al mando del general Eugenio Garzón.Los unitarios reunieron una pequeña asamblea, formada por los antiguos partidarios de Cullen, que nombraron gobernador a Pedro Rodríguez del Fresno.Todo el ejército dependía de Lavalle, cuya moral estaba en su punto más bajo: Estando en Santa Fe recibió dos noticias: la buena era que el general Lamadrid había invadido la provincia de Córdoba, donde, en ausencia del gobernador Manuel López, una revolución lo había derrocado.Entonces Lavalle se puso de acuerdo con Lamadrid, para pasar a Córdoba y unir sus fuerzas.Con los dos ejércitos reunidos, pensaron en aniquilar las milicias de Manuel López "Quebracho" e invadir Buenos Aires.De modo que, cuando Lavalle llegó a destino, Lamadrid no estaba allí, ni había noticia alguna sobre su paradero.Comenzó a armar otro ejército, que puso al mando del general José María Paz.Parte de las tropas correntinas, mandadas por el general Ábalos, fueron incorporadas al ejército con que Lamadrid hizo su campaña a San Juan y Mendoza.Lavalle retrocedió hasta Salta, donde creyó poder llevar adelante una guerra de guerrillas.Allí se había organizado el tercer ejército correntino contra Rosas, al mando del general Paz.Sin su ejército correntino, Lavalle quedó solo con las tropas de las provincias del norte y algunos oficiales que lo habían acompañado desde Montevideo.