Pero, al fracasar en su invasión, se retiró hacia Córdoba, provincia en la que fue derrotado en la batalla de Quebracho Herrado.
Tres semanas más tarde llegaba a Mendoza el general Ángel Pacheco, acompañado por Aldao; sus tropas se componían de 2.000 hombres, 1500 caballos y su correspondiente artillería.
Su ala izquierda, dirigida por Ángel Vicente Peñaloza, se ve impedida de avanzar por una contraorden que este recibe, y cuando finalmente lo hace, es rápidamente rechazado por la infantería.
Este dispuso 1.000 hombres para seguirlos por Catamarca hacia el norte mientras el resto permanecía en La Rioja evitando que Lavalle intentara avanzar al Cuyo.
Pacheco ordenó que Aldao persiguiera a Lavalle al norte con 1500 hombres,[15] posteriormente Oribe le cedió las tropas de Mariano Maza para apoyarlo.