Mariano Maza
El ejército federal avanzó hacia el norte, y estaba en Metán cuando le trajeron prisioneros a Marco Avellaneda, mentor ideológico de la Coalición del Norte, al coronel José María Vilela (el vencido en San Cala) y a otros oficiales.Como Avellaneda había estado radicado en Buenos Aires, le tocó a Maza juzgarlo sumariamente.Regresó entonces a Catamarca, donde aún resistía el gobernador unitario José Cubas, y le intimó rendición.Ejecutó a varias decenas de unitarios notables, incluido Cubas, cuya cabeza clavó en una pica en la plaza.Debido a esto, gran cantidad de unitarios marcharon al exilio, entre ellos los hermanos Marcelino y Uladislao Augier.Cuando en 1851 se produjo el pronunciamiento de Urquiza y la invasión a Uruguay, Oribe tuvo que capitular.Los principales jefes lograron escapar, entre ellos los coroneles Jerónimo Costa, José María Flores, Nicolás Granada y Maza.Se unió al ejército del gobierno uruguayo contra la invasión de Venancio Flores en 1863.Dos años más tarde, el vencedor Flores le ofreció el ministerio de guerra, pero no aceptó.Una curiosa leyenda, inventada para satisfacer al presidente Nicolás Avellaneda, decía que el presidente uruguayo Lorenzo Latorre le ordenó a su edecán llevarle un retrato de su padre, Marco Avellaneda.