Sus primeros enfrentamientos se producen junto a Manuel Oribe, en el año 1836, y luego en el asedio a Montevideo, cuando la Guerra Grande y el Gobierno del Cerrito.
Durante la Presidencia de Bernardo Prudencio Berro se enfrentó en varias ocasiones a las fuerzas del General Venancio Flores.
Luego del triunfo de Flores en 1865, el caudillo blanco emigra a Entre Ríos, Argentina.
En enero de 1875, cuando se produce el derrocamiento del Presidente constitucional José Eugenio Ellauri, el Partido Nacional, con el General Timoteo Aparicio a la cabeza se ofrece para restaurarlo, lo cual no fue aceptado.
Fue un gran hombre admirado por correligionarios y también por sus adversarios y prueba de ello fue que un gobierno del Partido Colorado —al que se opuso— le confirió el grado de General.