Timoteo Aparicio, un caudillo blanco, inició un levantamiento armado, cruzando el río Uruguay desde Argentina.
El general Timoteo Aparicio tenía dominado el pasaje del río Santa Lucía Chico, a la altura del Paso Severino, disponiendo que los comandantes José María Pampillón y Latorre se retirasen para dejar que el general gubernista José Gregorio Suárez lo cruzara libremente.
Las guerrillas nacionalistas atacan y arrollan a las gubernistas obligándolas a transponer el río, mientras que el grueso del ejército gubernista marchó de frente al ataque, disponiendo Aparicio la evolución de varios escuadrones con la finalidad de maniobrar, lo cual así creyó Suárez, desprendiendo varios escuadrones a su vez para rechazar la carga.
Esta falsa maniobra de Aparicio siguió debilitando el dispositivo de Suárez, y en un momento los nacionalistas envuelven a las tropas gubernistas por ambos flancos, disponiendo a la vez atacar el centro del dispositivo legal.
Los colorados presentaron cuantiosas bajas en el campo de batalla, retirándose definitivamente hacia Las Piedras, siendo perseguidos por los vencedores.