El Colegio Imperial de San Pedro y San Pablo (o sencillamente el Colegio Imperial) fue un importante centro educativo regentado por la Compañía de Jesús en Madrid desde el siglo XVI hasta su expulsión en el siglo XVIII.Gran parte de los edificios se mantiene en pie, como por ejemplo, su iglesia.Aquí se instalarían los jesuitas, sin saber aún si la fundación sería dedicada a casa profesa o colegio, decidiéndose finalmente por este último uso en 1570.Entre los ejemplos más notables se cuentan: Juan Eusebio Nieremberg, Lorenzo Hervás, André Tacquet o Gabriel Vázquez.[8] Además, en el seno del colegio, se desarrollaron dos iniciativas educativas de carácter elitista: Ambas iniciativas sobrevivieron al propio colegio imperial.[12][13] Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 la iglesia fue convertida en iglesia colegiata y pasó a albergar los restos del patrón de Madrid, san Isidro Labrador.
Boceto del óleo
San Francisco bautizando a los indios
de Cornelis Schut que presidía la iglesia.