Fue construido por la cultura Caranqui durante el período de Integración, entre el 1250 y el 1550 d. C. En el pasado habría existido un poblado al rededor del complejo.Se cree que estas pirámides habrían servido como templos para realizar toda clase de ceremonias.[2]La función ceremonial del sitio continua vigente hasta hoy en día, ya que allí las comunidades indígenas se reúnen a celebrar festividades importantes, como el Mushak Nina o el Inti Raymi.La sociedad caranqui era primordialmente agraria, la mayoría de la población vivía dispersa por el territorio, en pequeñas villas y caseríos, trabajando la tierra.Para 1561, Cochasquí fue encomendado a don Antón Diez, quien además tenía las encomiendas de Patate, Píllaro, Tanta y Tulcán.En las décadas que prosiguieron, los pobladores de Cochasquí fueron lentamente trasladandoce a asentamientos vecinos, como Malchinguí, Tocachi y Cotacachi.[2] En los 1700s, la misión geodésica francesa, que buscaba medir la circunferencia de la tierra, utilizó Cochasquí como un punto clave para tomar mediciones y realizar observaciones astronómicas.La persona escogida para dirigir esta primera excavación fue el renombrado arqueólogo alemán Max Uhle, quien tenía 76 años para aquel entonces.Para cuando Uhle llegó al sitio, la pirámide G había sido gravemente destruida por saqueadores, los efectos de esta intervención todavía se pueden ver hoy en día.Este grupo estuvo compuesto por Roswith Hartmann, Wolfgang W. Wurster, Jürgen Wentscher y entre otros, cabe destacar la breve participación del renombrado arqueólogo colombiano Julio César Cubillos y el papel de Udo Oberem, líder de la expedición.Aunque se cree que en el pasado habrían existido más montículos, varios de estos han sido ubicados mediante fotografías aéreas.Sin embargo, parece que estos escalones originalmente estuvieron cubiertos por una capa de barro.En el interior de esta última habían dos canales excavados con precisión, estos no se hallaban paralelos, sino que formaban un ángulo.Por suerte, una maqueta arquitectónica fabricada por la cultura Caranqui, la cual representa una estas pirámides ha logrado sobrevivir hasta nuestros días.
El arqueólogo
Max Uhle
fue de los primeros en estudiar las pirámides de Cochasquí.