Kl., 72: 587, 1901), recientes publicaciones, cada vez más numerosas y aceptadas,[1][2][3][4] elevan este último al rango de género y consideran Centaurea cyanus un sinónimo de Cyanus segetum que lo reemplaza.El involucro es acampanado, de 12–16 mm; sus brácteas en 4- filas son verdes-parduzcas, oblongas las internas - a menudo teñidas de púrpura - y ovaladas las exteriores; estas últimas tomentosas, con apéndices laterales blancos a negros, membranáceos, y fleco apical escarioso decurrente con dientecitos triangulares.Son considerados vasoprotectores, es decir, disminuyen la permeabilidad de los capilares y aumentan su resistencia.Poseen actividades demostradas como captadores de radicales libres, inhibidores enzimáticos, antiinflamatorios, antialérgicos, hepatoprotectores, antiespasmódicos, diuréticos, hipocolesterolemiantes, antibacterianos, antivirales y anticancerígenos in vitro, e incluso se han descrito como ansiolíticos sin causar los efectos sedativos y miorrelajantes de las benzodiazepinas.Tienen propiedades vasoprotectoras, antiedematosas, antioxidantes y favorecen la regeneración de la púrpura retiniana.Actualmente suele utilizarse como un corrector organoléptico (agente colorante) y marcador de tisanas.Los pigmentos antociánicos confieren una acción vitamínica P ya que mejora la microcirculación, aumenta la resistencia y controla la permeabilidad capilar.Los lavados oculares con esta agua mejoran eficazmente los picores y la irritación de los ojos.[8] Además estaría indicada, sospechosamente, para casi todos «los males», tales como la conjuntivitis - ya que el agua de aciano ayuda a eliminar las secreciones y a que desaparezca la congestión ocular - blefaritis, reumatismo, dispepsias hiposecretores, anorexia, gripe, resfriados, fragilidad capilar (canas), arteriopatías, flebitis, edemas por insuficiencia venosa, hemeralopía, hemorroides, varices, retinitis pigmentaria, miopía, bacterias, cáncer, cándida, dermatosis, diarrea, hidropesía, dismenorrea, eczema, fiebre, hongos, hepatitis, infecciones, inflamaciones, ictericia, leucorrea, mastitis, micosis, dolor, salmonella, seborrea, vaginitis, retención de agua y - en el mundo de la cosmética - para hacer lociones desmaquillantes o champús suaves.Desde la antigüedad, la planta se ha extendido por todo el mundo mezclada con las semillas de cereales.[8] Ya en el siglo XX, el número de ejemplares de la especie disminuyó considerablemente, debido, entre otros, a estos motivos: Centaurea cyanus fue descrita por Carlos Linneo y publicada en Species Plantarum, vol.
Hojas
Detalle del involucro
Capítulo con flósculos periféricos azules en floración
Capítulo con flósculos periféricos blancos en floración