Cisma del ajedrez

En el fondo pretendía eliminar a la FIDE de toda decisión que afectase al ajedrez profesional.

La copa se celebraba en seis torneos de los cuales estos jugadores solo podían jugar cuatro.

La GMA pensaba que las partidas rápidas podrían televisarse, y pretendía controlar la organización de estos eventos.

La GMA boicoteó el campeonato de Gijón, por lo que no estuvieron ajedrecistas tan importantes como Kaspárov, Timman, Ljubojević y Pórtisch.

Nada de esto pretendía la GMA, que estaba compuesta solo por grandes maestros, y no todos.

Sin embargo, era un hecho que la FIDE y la GMA se enfrentaban por la organización de los grandes torneos.

Era un Abierto para grandes maestros que consiguió reunir a 100 GM, además de 78 MI y así hasta completar 258 participantes.

Las divisiones internas permitieron que el encuentro de Madrid se organizase sin contar, casi para nada, con la GMA.

La GMA perdía prestigio debido a su carácter elitista, pero continuaba organizando torneos como el de Cannes 1989 entre veteranos y jóvenes GM.

El enfrentamiento había desprestigiado a la GMA y cuando llegó la asamblea de Murcia las cosas no eran las mismas.

Los encuentros de Kaspárov se quedaron en uno y contra Lev Psajis, mucho menos atractivo.

Kok no estaba de acuerdo con la elección de Murcia para organizar el evento, ya que era una ciudad pequeña sin suficiente proyección internacional para dar proyección a su empresa financiera (SWIFT), y se negó a patrocinarlo.

Campomanes había dicho reiteradamente en los años anteriores que no se volvería a presentar.

Torán, el único que podía ganar a Campomanes, había pertenecido al equipo de éste durante los últimos años.

La categoría 17 había sido inalcanzable para todos los organizadores, y allí estaban, apoyando el torneo tanto la FIDE, con Campomanes, como la GMA, ambos tratando de capitalizarlo.

La segunda copa del mundo estaba en peligro, así que Kaspárov, al final, decidió jugarla, y Kárpov también.

En enero de 1992 se suspendió la segunda copa del mundo, al tiempo que los torneos tradicionales despegaban.

Esto sería el inicio del cisma definitivo, aunque en su momento no se percibió como tal.

No es la primera vez que la FIDE ha mostrado una manifiesta desconsideración con los contendientes del campeonato mundial.

Está claro que no puede, por tanto, confiarse en la FIDE para organizar el evento profesional más importante del mundo.

El macht se jugará bajo los auspicios de una nueva organización, la Professional Chess Association.

La palabra fraude estaba en boca de todos, y esto le daba, gratuitamente, la razón a Kaspárov.

Tanto en la FIDE como en la PCA, una vez pasados los primeros momentos, parecía que las cosas iban a cambiar.

Es decir, a los grandes maestros no les importaba mucho que existiesen dos ciclos mundiales, participaban en los dos.

Por otra parte Anand, Kamski y Krámnik demostraron estar entre los mejores al clasificarse en ambos ciclos.

Judit no se atrevió a reclamar, aunque su gesto de súplica ante el árbitro es evidente.

La lista fue calculada por Intel (Ken Thompson), y en ella aparecían en los primeros puestos Kaspárov, Kárpov, Shírov, Anand e Ivanchuk.

En vísperas de las elecciones Kaspárov apoyó expresamente a Campomanes, como única opción «digna»; y una vez más salió elegido.

empleado para el mundial no había satisfecho las expectativas de los principales ajedrecistas, por lo que aparecieron nuevas críticas.

En principio pretendía celebrar en los meses de octubre y noviembre del 2003 un encuentro que reunificara el título, siempre regido por la FIDE.