Catedral de San Juan Bautista de Badajoz

En 1276 la catedral fue consagrada bajo la advocación de san Juan Bautista, pese a que las obras no habían concluido aún.

La del lado occidental es de estilo plateresco, dividida en dos cuerpos, el inferior está formado por un vano adintelado, dividido por un parteluz y enmarcado por pilastras de orden compuesto y rematado por un friso con la inscripción AVE MARIA.

El cuerpo superior está decorado con una concha o venera entre balaustres y un remate de cornisa.

En la división del segundo al tercer cuerpo se emplea una moldura ajedrezada rematada con una crestería gótica.

El tercer y cuarto cuerpo se separan mediante una sencilla moldura con escudos.

La torre está coronada por pináculos y almenas con cazoletas de barro vidriado que se utilizaban para las luminarias que se encendían en la ciudad en fechas señaladas, como las vísperas de fiestas.

Hay que tener presente que la vida ciudadana se organizaba en torno a su centro religioso y la torre–campanario era el medio de comunicación para convocar a los actos litúrgicos, anunciar los festejos y sucesos cotidianos relevantes, e incluso regular la actividad de la ciudad marcando las horas del día.

Las portadas se caracterizan por la sencillez y severidad de todo el conjunto catedralicio, no presentado los caracteres góticos que le serían propios, pues las primitivas portadas del templo fueron reformadas en distintas épocas adaptándolas a los nuevos gustos.

La actual, aunque cronológicamente corresponde a los inicios del estilo barroco, tiene aún fuertes resabios clasicistas.

La portada tiene dos cuerpos: el bajo presenta un vano de acceso adintelado enmarcado por pares de columnas jónicas levantadas sobre podiums que soportan un arquitraba quebrado, el alto presenta una hornacina central y dos cartelas rematadas todas por frontones triangulares.

De estructura adintelada con frontón, presenta un Cordero con la cruz, símbolo del templo.

Las naves se cubren con bóvedas de crucería sencilla, excepto el tramo que daba acceso al presbiterio que presenta una tracería doble, algo poco usual, con la intención de otorgar un aspecto más rico a este espacio preferente.

Sin embargo, las bóvedas de algunas capillas son más ricas y suntuosas, debido a que o bien se levantan en la última fase del gótico (más decorativo), o a que son pagadas por manos privadas.

En el Altar Mayor se encuentra un retablo barroco en madera dorada, obra de Ginés López (1715-1717).

El retablo está presidido en la calle central del primer cuerpo por la escultura en madera dorada del titular de la Catedral San Juan Bautista, obra del escultor madrileño Juan Alonso Villabrille y Ron; en las calles laterales las imágenes en madera policromada de San Pedro y San Pablo.

Por último, en el remate del retablo, representación de las tres Virtudes: Fe, Esperanza y Caridad.

En la realización de las tallas menores participaron Miguel Sánchez Taramas y Francisco Ruiz Amador.

Además cuenta con ricos motivos como columnas abalaustradas, angelotes, guirnaldas, crestería, cartelas, medallones, etc.

Las rejas, con hierros abalaustrados y cilíndricos levantados sobre zócalos y coronados por frisos rematados por roleos o espirales, están dentro de la tradición de rejería extremeña iniciada por Juan Cayetano Polo.

Levantado entre 1509 y 1520, sustituyó a otro anterior de la segunda mitad del siglo XIV.

Tiene planta cuadrangular con alas o crujías de cinco tramos más los angulares.

Sustituyendo a otros altares del s. XVI, en los ángulos del claustro encontramos cuatro altares pintados, tres de los cuales son obra de Alonso García Mures, y el cuarto de Antonio Lucenqui (1804): Virgen sedente con el niño, San Sebastián, San Fabián, Santa Brígida y San Juan Bautista.

Además encontramos el lienzo de Antonio Monreal Huida a Egipto (1632).

La autoría de la lauda está dudosa entre: Pier Zuanne delle Campane y Alessandro Leopardi.

La comunicación con la sacristía se realiza por una puerta de vano adintelado, enmarcado con pilastras jónicas, arquitrabe quebrado y frontón circular con relieve del Cordero, todo ello de principios del s. XVI.

La entrada a la Cripta está situada en el trascoro y fue mandada hacer en 1693 por Marín del Rodezno.

Parece ser que fue construida en este lugar por la posible existencia de una antigua iglesia mozárabe.

Vista lateral
Campanario
Fortaleza
La catedral iluminada
Catedral de Badajoz
Puerta de la Catedral
Retablo barroco de la Capilla Mayor
Sillaría coral
Retablo gótico de la Capilla de Santa Ana
Capilla de San Blas
Capilla del Sagrario
Crujía del claustro
Entrada a la cripta
Sala de pintura del Museo Metropolitano