La aparición de la Soledad no sigue el esquema clásico pastoril.
No sucede aquí como en muchos lugares, en donde la leyenda y la tradición se entremezclan.
No encontrando el imaginero deseado, a instancia del promotor lo encuentran en Nápoles, construyendo su propia ermita.
En el siglo XVII se convierte en centro mariano de gran devoción en Badajoz, a pesar de las continuas guerras fronterizas con Portugal.
De las Virtudes y Buen Suceso, que se habían incorporado recientemente a la devoción popular pacense, declinan el patronazgo sobre la ciudad en favor de Ntra.