La iconografía del Cristo llevando la cruz o Nazareno está íntimamente relacionada con las órdenes religiosas como los Franciscanos o Dominicos, por lo que no es casual la elección de ésta por parte de los últimos.
Más tarde, alrededor de 1936, en la guerra civil española, sufrió mutilaciones, probablemente en las piernas.
La cara originalmente iba girada hacia la izquierda pero en el año 1956 sufre una reforma por parte del imaginero D. Santiago Arolo, que le cambia la posición hacia delante, y años más tarde, se cambió la cabeza para que mirara al frente.
Las cantoneras o copetes de la cruz que luce tanto en la capilla como en la procesión fueron realizadas por Leopoldo Padilla (Sevilla) y estrenadas en 1947 al igual que la cruz cilíndrica (Cortés Quirrell).
En el año 1956 D. Santiago Arolo Viñas lo restauró cambiando la posición del cuerpo, perdiendo la imagen su estética original al tallarle un nuevo cuerpo, disminuyendo la altura del mismo y abriendo la zancada para "asemejarse" a otros nazarenos hispalenses.
El proceso inició con un meticuloso estudio sobre la talla, fue sometida a un Tac para evaluar su estado estructural, el cual reveló que la estructura férrea que Arolo añadió al nuevo cuerpo estaba causando serios problemas a la imagen.
La andas sobre las que procesiona el Cristo están talladas en madera y doradas estilo barroco compradas a la Cofradía de Montesión de Sevilla en 1955, a esta hermandad fueron donadas en 1941 por el diestro Carlos Arruza.
También se incorporó posteriormente la Virgen del Rosario, perteneciente a la Parroquia de Santo Domingo que contaba con Hermandad propia fundada en el siglo XVI y actualmente desaparecida.