Los castros mejor documentados en Cantabria (España) datan de la Edad del Hierro, de aproximadamente entre los siglos IV y VI a. C..
La Cantabria histórica se encontraría a caballo entre las áreas castreñas del noroeste astur-galaica y la de la submeseta norte, siendo influenciada por ambas.
Floro señala que al final de las Guerras cántabras, el emperador romano Augusto obligó a los cántabros a bajar de las montañas y habitar los llanos.
[1] No obstante parece ser que algunos castros siguieron estando habitados tras la conquista romana al hallarse restos de esta época y posteriores.
Amenazado por la nueva cantera interior de Solvay en el Monte Dobra desde 2007.