En los alrededores se conservan buenas manchas boscosas destacándose un robledal de "Quercus pyrenaica" en las laderas del Liguardi y, sobre todo, el acebal y hayedo de la vertiente norte del río Guares.
Hay restos en la zona que se podrían datar en el último tercio del IV milenio a. C. Las terrazas del Castro de Abiada (castro protohistórico datado en la Edad de Hierro) han proporcionado cerámicas lisas a mano y monedas romanas (antoninianos).
El “Canto Trescoru” o “Cantu Tescoru” es “el lugar donde los romanos tomaban los augurios por el vuelo de las aves que en aquella se posaban,... sitios elegidos para ser consagrados en el campo a alguna divinidad pagana”.
[2] El nombre parece ser que se deriva de “tesquia orum”, nombre no latino, pero latinizado, que significa "lugar donde se toman los augurios", observando en este caso el vuelo de las aves que en tal piedra se posaban o sitios elegidos para ser consagradas en el campo de alguna divinidad pagana.
[4] Desde los estudios de Hans Krahe se considera que un antiquísimo sustrato "antiguo europeo" (Alteuropäisch), se extendió por gran parte de Europa y áreas mediterráneas.