Su arquitectura militar mezcla elementos medievales y del siglo VI.
[1] En una región repleta de monumentos megalíticos, se cree que la primitiva ocupación humana de este sitio se remonta a un castro prehistórico, ocupado sucesivamente por romanos, visigodos y musulmanes, que obtenían su subsistencia de actividades vinculadas a la economía agropastoral.
El topónimo está vinculado a este último dominio, ya que, en portugués, la palabra jerez (o sherry) deriva del árabe saris (o sharish), designando la vegetación de jara (xaras), entonces abundante en las orillas del río Guadiana.
Afonso III (1248-1279), con el objetivo de aumentar su asentamiento y defensa, le concedió un estatuto en 1276.
Abandonados por las tropas castellanas en la marcha, fueron recuperados por las fuerzas leales a Juan I(1385-1433), comandadas por el condestable Nuno Álvares Pereira, antes de la batalla de Aljubarrota.
La llave se encuentra en la colección de la Fundación Mário Soares.