[cita requerida] Mario Conde, que era presidente del banco, había apostado en los años previos a la intervención por una estrategia de crecimiento de la entidad mediante la expansión de los créditos, en un momento en que la morosidad bancaria crecía a un gran ritmo.
El 15 de noviembre la fiscalía se querella contra Conde, ocho ex consejeros y un ex director general, dando comienzo el caso Banesto.
El 31 de marzo de 2001 la Audiencia Nacional, tras los informes del fiscal Florentino Ortí Ponte, y del exteniente Fiscal del Tribunal Supremo, Cándido Conde-Pumpido Ferreiro, que actuaba como acusación particular en representación del Fondo de Garantía de Depósitos, falla contra Conde y le condena a 10 años y dos meses por los delitos de estafa y apropiación indebida[1] y obliga a devolver 7200 millones de pesetas a Banesto.
Los otros implicados, Fernando Garro, Pérez Escolar, Jacques Hachuel y Enrique Lasarte fueron condenados a 6, 10, 4 y 4 años de prisión, respectivamente.
[1] Además, Conde, Romaní, Garro y Pérez Escolar debían pagar a Banesto 7200 millones de pesetas (43,27 millones de euros).