Existen noticias históricas acerca de este lugar, al menos desde el siglo XVII: el historiador valenciano Gaspar Juan Escolano (1560-1619) dice en sus Décadas (1610-1611) que posee 10 casas habitadas, tendencia que se mantuvo durante toda la centuria, pues a finales del mismo siglo el autor chelvano Vicente Mares Martínez (1680) le asigna también 10 casas: El geógrafo Tomás López, a finales del siglo XVIII le asigna 3 casas a «El Soto», lugar al que define como «masía».
Sí se consolidaron otros núcleos del municipio, como Casas Altas y Casas Bajas (Valencia): aunque inicialmente en situación similar a la masía del Soto, acabaron constituyéndose en municipios independientes.
Se desconoce la vinculación que dicha construcción pudo tener con el Tribunal del Santo Oficio, pero consta por testimonios que en la hornacina que hay en la parte alta de la fachada, bajo el alero, había unos ladrillos de cerámica con una inscripción alusiva –Trinidad Martínez Arnalte (Torrebaja, 1941)-: En relación con el anterior existe otro testimonio –Antonio Romero Muñoz (Torrebaja, 1933)-: Las Casas del Soto se hallan a unos dos kilómetros de Ademuz, en posición septentrional respecto de la villa, ubicándose «en la transición entre el secano y el regadío», «en la ribera derecha del Turia».
Por la fachada septentrional el faldón del tejado se alarga hasta cubrir parcialmente una construcción anexa.
[8] La fachada principal luce un sencillo barroco, con jambaje en piedra labrada y tres dovelas formando arco recto; en la vertical de la puerta, sobre el arco hay un ventanal rejado con la repisa torneada y un madero por dintel.