Es la casa en la que han habitado los miembros del Linaje Hernández-Pinzón desde su asentamiento en Moguer, tras el Descubrimiento de América.
En la fachada se ubican dos placas homenaje al Almirante Luis Hernández-Pinzón Álvarez.
En 1828, cuando Washington Irving visitó a Juan Hernández-Pinzón Prieto, en la casa-palacio, recogió en su diario las siguientes notas:
[3][4] En 1828, cuando Washington Irving visitó a los miembros del Linaje recogió en su diario las siguientes notas:
De niña vivió en la casa familiar de los Hernández-Pinzón y se crio junto a su madre Maria Dolores Garrido Garrido y su tía Maria Concepción Hernández-Pinzón Ganzinotto.