Al pasar el tiempo ella entró en un programa radial de talentos en Radio Continente, ella con su extraordinaria voz logró llamar la atención de empresarios que estaban interesados por su gran talento y voz.
Luego vendrían otros álbumes de los cuales destacaron temas de gran éxito como: “Quiéreme”, “Noche triunfal”, “Canto a La Guaira”, entre otros, hasta que el talentoso percusionista Carlos Emilio Landaeta "Pan con Queso" la convence a incorporarse a la experiencia musical del “Sonero Clásico del Caribe”, con el cual grabó dos discos, del que se convirtieron en éxito internacional canciones como “Tanto y tanto” y “Ta tá Candela”.
Entre los grandes a nivel internacional la popular sonera venezolana alternó en sus actuaciones con varias agrupaciones tales como : La Orquesta América, la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera, El Gran Combo de Puerto Rico, Los Hermanos Lebrón, las Estrellas de Fania, Richy Ray y Bobby Cruz, la Sonora Ponceña, Johnny Pacheco, Celia Cruz, Oscar D'León y José Mangual Jr.
Sus presentaciones personales abarcaron numerosas ciudades venezolanas, así como diferentes países tales como Perú, Colombia, Costa Rica, Curazao, Aruba, Estados Unidos, México y Cuba.
Su portentosa voz la colocó al frente de la escena musical venezolana tras actuar como corista en varios temas que marcaron historia: uno al lado de Frank Quintero, “Mí no tiene con qué”, y tres conjuntamente con Yordano: “Robando Azules”, “Por estas calles y "Madera Fina".
En una improvisada descarga musical con Luis Enrique y Tony Vega realizada en Puerto Rico, el ejecutivo de Sony Music, Ángel Carrasco, le propone un contrato de grabación que en 1995 se materializa con su primer trabajo como solista: “Trina Medina”.
Fue tal su aceptación que deciden transmitirla en Miami y New York para el público latino.