[4] Teniendo como referente inmediato el sindicato clandestino Oposición Sindical Obrera las primeras comisiones obreras fueron organizadas durante los años 1960 en Asturias, Cataluña, Madrid y las provincias vascas de Guipúzcoa y Vizcaya como movimiento surgido de conflictos laborales para su dirección al margen del sistema franquista.
Esos nuevos 12 representantes (que eran la mitad del Jurado de Empresa) formaron una Comisión Obrera que ya recibía directrices del PCE, destacando entre sus miembros a Benjamín Rubio, antiguo enlace de la Guerrilla y dirigente comunista en la clandestinidad.
Ese es el motivo que argumentan algunos historiadores para considerar esto como el verdadero surgimiento de CCOO.
Esta táctica se culminaría en las elecciones sindicales de 1975, en plena agonía del régimen franquista, donde CCOO.
Esto le haría arrancar con fuerza con la caída del régimen para estar a la cabeza de las numerosas huelgas y movilizaciones obreras que conquistaron los derechos sociales, políticos y laborales para la clase trabajadora.
Según Marcelino Camacho el modelo organizativo de Comisiones Obreras por aquel entonces era completamente original y se basaba en experiencias históricas como los consejos obreros de los países del Este y las experiencias del sindicalismo revolucionario.
Al año siguiente de su legalización, en 1978, celebró su I Congreso Confederal, donde Marcelino Camacho fue confirmado como secretario general con 1 103 votos a favor (90,9 %), 4 en contra (0,3 %) y 106 abstenciones (8,8 %), los mismos resultados que se produjeron en la elección de la primera Comisión Ejecutiva Confederal.
[12] En el III Congreso, Camacho fue elegido secretario general con 579 votos a favor (61,3 %), 312 en contra (33 %) y 54 en blanco (5,7 %).
El IV Congreso Confederal, celebrado en 1987, sancionó el relevo de Camacho en la secretaría general por Antonio Gutiérrez.
Camacho fue nombrado presidente del sindicato por 733 votos a favor (77,2 %), 169 en contra (17,8 %) y 48 en blanco (5,1 %).
Gutiérrez, por su parte, fue elegido secretario general con 716 votos a favor (75,6 %), 179 en contra (18,9 %) y 52 en blanco (5,5 %).
[17] Desde el VII Congreso (2000) el secretario general fue José María Fidalgo, elegido con 699 votos a favor (71,70 %) y 281 en contra (28,82 %).
[23] Además durante su segundo mandato el sindicato tuvo que afrontar el escándalo de las «tarjetas black».
[25][26] El XI Congreso Confederal eligió como secretario general a Sordo, que recibió 659 votos favorables (89,8 %) y 75 en blanco (10,2 %).
[27] Comisiones Obreras se organiza, desde el punto de vista del territorio, a nivel comarcal, provincial, regional y nacional en uniones regionales o confederaciones de nacionalidad así como escala estatal.
Igualmente y de forma paralela se organiza en el plano sectorial, desde la sección sindical en la empresa hasta la federación estatal.
Unai Sordo En CCOO coexisten, a grandes rasgos, tres corrientes o tendencias: