El dolor, quemante la mayoría de las veces, puede ser severo o inclusive agravarse por la deglución.
El crecimiento progresivo del tumor puede comprimir estructuras locales derivando en otras complicaciones como el síndrome de la vena cava superior.
[1] En fases avanzadas, puede haberse extendido y originar otros signos y síntomas como ictericia, ascitis (ambos debido a la metástasis en hígado), falta de aire, derrame pleural (los dos causados por metástasis en pulmón), entre otros.
[17] La American Cancer Society estima que durante el 2007, aproximadamente fueron diagnosticados 15 560 nuevos casos de este padecimiento en los Estados Unidos.
[19] Múltiples reportes indican que la incidencia del adenocarcinoma esofágica se ha incrementando en los últimos 20 años, en especial en blancos no hispanos.
La tomografía computarizada (TC) de tórax, abdomen y pelvis, puede evaluar si el cáncer se ha propagado a los tejidos adyacentes u otros órganos distantes (especialmente el hígado y los ganglios linfáticos).
La ecoendoscopía esofágica puede proporcionar información en escena en relación con el nivel de invasión tumoral, y la posible extensión a los ganglios linfáticos locales.
Los adenocarcinomas tienden a aparecer en la porción distal, mientras que los carcinomas de células escamosas proximalmente, pero no necesariamente.
Aunque una sonda nasogástrica puede ser necesaria para la alimentación mientras se está dando el tratamiento para el tumor, algunos pacientes requieren una gastrostomía (alimentación por medio de un agujero en la piel que le da acceso directo al estómago).
En 2013[16] se publicó en Nature que el 48 % de las muestras analizadas por el equipo del Dr. Dulak se encontraron alteraciones genéticas potencialmente tratables con trastuzumab, un anticuerpo dirigido contra el receptor HER2 para los casos de sobreexpresión o amplificación del gen ERBB2.
Si el tumor es más grande, pero localizado, la quimioterapia y/o radioterapia puede eventualmente reducir el tumor en la medida en que se convierta en "operable", pero esta combinación de tratamientos (se refiere a la quimiorradiación como tratamiento neoadyuvante) es todavía un tanto polémico en la mayoría de los círculos médicos.
[21] Si el tumor ya hizo metástasis, la resección quirúrgica no se considera que valga la pena, pero la cirugía paliativa puede ofrecer algún beneficio.
También existe la terapia fotodinámica, un tipo de terapia láser que involucra el uso de drogas que son absorbidas por las células cancerígenas y que cuando son expuestas a una luz especial estas drogas se activan y destruyen a las células tumorales.
La quimioterapia depende del tipo del tumor, pero el tratamiento tiende a ser sobre la base de cisplatino (carboplatino u oxaliplatino) cada tres semanas con fluorouracilo (5-FU) de manera continua o cada tres semanas.
En estudios más recientes, la adición de epirrubicina (ECF) fue mejor comparado con otros regímenes en cáncer avanzado no extirpable.
En los pacientes con enfermedad localizada, pero con contraindicaciones para cirugía, la "radioterapia radical" puede ser utilizada con finalidad curativa.
Una de las hipótesis expuestas en dicho trabajo resume que una exposición significativa a mutágenos como el reflujo gástrico, inflamación, ácidos biliares, especies reactivas de oxígeno y nitrosaminas, podrían dar lugar a un ambiente dañino para las células y un potencial para la transformación.
Sin embargo, no se encontró correlación alguna entre la tasa de mutaciones y reordenamientos.
El 34 % de las mutaciones en todo el genoma consistían en transversiones A>C, mientras que en la región exónica sólo se detectó una incidencia del 16 % e incluso menor en las regiones exónicas de mayor transcripción (7/Mb).
Dichas transversiones al ocurrir menos en zonas más transcritas podrían indicar la presencia de un mecanismo de reconocimiento y reparación más activo para dicha zona.
Las mutaciones en genes antes descritos muestran una asociación con otras rutas como la regulación del ciclo celular por CDKN2A, CCND1, CCNE1 y CDK6.
El gen SPG20 generado por transversiones AA, se encuentra mutado en el 7 % de las muestras analizadas por Dulak y colaboradores.
En la actualidad, el único agente terapéutico utilizado es el trastuzumab que actúa sobre la ruta HER2 debido a las mutaciones encontradas en el gen ErbB2.