[1] El carcinoma de células escamosas comienza como una zona roja con superficie costrosa, descamativa, que no cura.
Al final, el cáncer se convierte en una úlcera abierta y crece dentro del tejido subyacente.
Generalmente, los carcinomas de células escamosas sólo afectan a la zona que los rodea al penetrar más profundamente en los tejidos cercanos.
Pero otros se extienden (metastatizan) hacia partes distantes del cuerpo y pueden ser mortales.
La piel afectada es de color rojo-pardusco, escamosa o costrosa, plana y a veces similar a placas de psoriasis, dermatitis o una infección micótica.