Aunque la defensa antiaérea que ofertan los diseños de LCS y su capacidad para guerra antisuperficie no son comparables con los destructores todavía son capaces gracias a cañones de 57 mm, torpedos y misiles antibuque.
El concepto acentúa la velocidad, el espacio modular para permitir una mayor flexibilidad en la misión y un perfil bajo.
Se contempló también que realizaran acciones asimétricas (lucha contra piratería o el terrorismo).
[3] En 2012, ADM Jonathan W. Greenert declaró que el LCS se desplegaría en África en lugar de destructores y cruceros.
El descontento con los LCS llegó a ser tan serio que se exigió cambios en los buques para hacerlos más resistentes, con mejoras en su protección y blindaje, y mejor armados con un misil antibuque de distancia intermedia.
Aun así con la aprobación del contrato de las fragatas clase Constellation la armada perdió interés en los LCS.
[10] En abril de 2020, se anunció que Fincantieri Marinette Marine había ganado el contrato con su diseño basado en una fragata multipropósito FREMM, la clase Constellation.
Se buscaba satisfacer la necesidad urgente de buques de poco calado para operar en aguas costeras y hacer frente a crecientes amenazas potenciales asimétricas (minas, submarinos diésel y buques ligeros armados rápidos).
El programa fue innecesariamente complicado desde el principio, aunque esto solo se hizo evidente con el paso de los años.
El aumento descontrolado de costes obligó a realizar múltiples cambios importantes en el programa.
Desde que el USS Freedom realizó sus primeras pruebas en el mar empezó un interminable goteo de problemas.
Esto conlleva problemas de espacio, funciones extra y mayores costes operativos.
Aunque habrá menos barcos disponibles en algunos casos, esas necesidades serán satisfechas por barcos de gama alta para garantizar que las fuerzas en varias flotas tengan las capacidades y la postura para derrotar a posibles adversarios avanzados.
Esas otras embarcaciones permanecen en servicio, aunque con limitaciones impuestas a las velocidades máximas en estados de alta mar.
[19] En el presupuesto final, el Congreso prohibió a la Armada retirar los tres barcos de la clase Freedom en el año fiscal 2022.
Finalmente la Armada reconoció que el LCS no era adecuado para luchar contra competidores como China y comenzó a retirarlos.
Pronto la US Navy descubrió que no sería tan fácil intercambiar los distintos sistemas de armas.
Nadie había considerado las semanas de todos los contratistas, marineros y otras personas que se necesitaban para ello.
El daño ya estaba hecho y el programa LCS era visto por los oficiales de la US Navy como el lugar donde las carreras iban a morir.