Delaroche recibió la comisión de pintar un retrato realista, estilo que estaba surgiendo en esa época.
Sus motivos eran variados: desde la representación de la escena, hasta la desaprobación general del mismo Delaroche.
Cuando llegó, encontró que en su ausencia, las fuerzas austríacas habían vuelto a tomar Italia.
Para recuperar su ventaja, planeó lanzar un asalto sorpresivo sobre el ejército austríaco destinado en la República Cisalpina.
[17] Luego de cruzar los Alpes, Napoleón comenzó las operaciones militares contra el ejército austríaco.
La obra había vuelto a exponerse hacía poco tiempo, tras una renovación del interés en Napoleón, casi 40 años después de su exilio.[n.
David muestra a Napoleón vestido con un uniforme colorido e inmaculado, acompañado por una capa drapeada.
Puede apreciarse a Napoleón vistiendo ropas apropiadas para la circunstancia: sobre su uniforme lleva un sobretodo que lo envuelve firmemente, en el cual mantiene abrigada su mano derecha, sin guante, conservando una pizca de dignidad mediante el bicornio de borde dorado que usa en la cabeza.
Delaroche deseaba representar a Napoleón como un hombre de carne y hueso que también sufría y pasaba penurias en sus hazañas más osadas, y sintió que mostrándolo tal como debió haber estado en esas circunstancias no degradaba en absoluto su estatus como ícono ni su legado sino que lo transformaba en una persona aún más admirable.
Las capas de hielo y nieve también aparecen aún más blancas por la luz solar del oeste, alumbrando toda la escena.
El esquema y tonos de textura que Delaroche utiliza en esta pintura son bastante detallados y estudiados, en especial respecto a las figuras más importantes; tal aspecto de la obra fue descrito como «... representado con una fidelidad que no ha omitido las trenzas de un ropaje, la textura peluda del cuadrúpedo, ni el detalle en el arnés a sus espaldas».
El detalle central en Napoleón se aplica a su abrigo, en sus pliegues y arrugas.
Entre tales críticas se incluye The Gentleman's Magazine, donde se publicó el siguiente texto: No queda claro si Delaroche perdió la simpatía que había ganado por su encarcelamiento o por su asignación como Primer Pintor, pero parecería que The Gentleman's Magazine no sentía que el pintor estuviese aportando nada nuevo al espectro artístico con su empleo del realismo dentro de la pintura.