El rey Pedro II y su Gobierno partieron al exilio en Londres, y el Estado balcánico fue repartido entre las potencias del Eje; tanto la ciudad como Serbia permanecieron durante más de tres años bajo ocupación alemana.[13] Hitler se vio entonces obligado a intervenir, al ver peligrar futuras operaciones por la presencia militar Aliada en el país.[15] Algunos partidos políticos de oposición al Eje y la promesa de ayuda militar del Reino Unido, que estaba entonces en guerra con la Alemania nazi, alentaron a los conspiradores militares para dar el golpe.Hitler tomó el golpe como un insulto personal,[16] y estaba tan enojado que decidió «sin esperar a posibles declaraciones de lealtad del nuevo gobierno, destruir Yugoslavia militarmente y como nación».[21] Sin embargo, el 5 de abril Hitler, superando las reservas iniciales, dio la orden del ataque.Por ello, e inmediatamente antes del inicio de las hostilidades, la actividad diplomática alemana fue encaminada contra posibles esfuerzos externos por ayudar a Yugoslavia.[19] Alexander Löhr estaba al mando de la Luftflotte 4 (Cuarta flota aérea), que fue la designada para efectuar el ataque.Fliegerkorps (Octavo cuerpo aéreo) de la cuarta flota, al mando del general Wolfram von Richthofen.[3] Belgrado (junto con Zagreb y Liubliana)[16] había sido declarada ciudad abierta dos días antes,[21] por lo que carecía de defensa antiaérea.[37] Los efectivos Stukas ejecutaron un sistemático bombardeo en picado sobre objetivos plenamente planificados, como los hangares, la torre de control y los aparatos estacionados.[36] En total, durante el primer día de hostilidades, la flota alemana derribó 24 aviones yugoslavos y destruyó otros 40 en tierra.[37] Con este ataque estratégico, los aviones alemanes obtuvieron la total superioridad aérea para continuar su ofensiva.Inmediatamente, escuadrillas destinadas en otras bases aéreas del país se incorporaron a la defensa aérea de la ciudad.Un número desconocido quedaron sepultados bajo los escombros,[3][39] incluyendo 192 muertos al ser alcanzado un refugio subterráneo en el Parque Karađorđev.[42] El 10 de abril, debido al mal tiempo, no se produjeron incursiones aéreas.[42] El último día de combates, el 12 de abril, se produjeron las últimas escaramuzas aéreas, y la Real Fuerza Aérea Yugoslava quedó completamente incapacitada para prestar la más mínima oposición a la ofensiva alemana.[44][45] Ese día, el rey Pedro II y su gabinete —encabezado por el primer ministro Dušan Simović— abandonaron la ciudad y buscaron refugio en las áreas montañosas del país, con la intención de partir al exilio, ya que nadie confiaba en una resistencia prolongada ante la invasión.[48] Tras la división y exilio del Gobierno, el Real Ejército Yugoslavo comenzó también a derrumbarse.[50] Al final de la guerra, y bajo la influencia de los vencedores, el soberano debió reconocer un nuevo Gobierno pactado entre su primer ministro Ivan Šubašić y el líder partisano Josip Broz Tito, que a la postre se convertiría en gobernante del país.Al haber sido declarada ciudad abierta, carecía de defensa antiaérea,[31] y los medios de la Real Fuerza Aérea Yugoslava (Jugoslovensko kraljevsko ratno vazduhoplovstvo, JKRV por sus siglas en serbocroata) eran en su mayoría obsoletos.[37] Todo ello teniendo en cuenta que el ataque relámpago de la Luftwaffe impidió a la fuerza aérea yugoslava ofrecer una resistencia organizada.Los alemanes continuaron emitiendo desde otro edificio por su misma frecuencia, con una programación destinada a sus soldados, donde se popularizó la canción «Lili Marleen».La Iglesia de San Marcos, situada en el Parque Tašmajdan y que había sido terminada un año antes, resultó destruida, aunque después de la guerra se edificó una nueva con el mismo nombre.[40] La Catedral de San Sava, el templo ortodoxo más importante del país, que se encontraba en construcción, no sufrió daños graves, y los alemanes lo utilizaron como aparcamiento durante la ocupación.[24][35] Se estima que 714 edificios quedaron completamente destruidos, 1188 lo fueron parcialmente y 6826 resultaron seriamente dañados.[4] Siguiendo los planes previstos, y tras haber eliminado las principales defensas de la ciudad, las fuerzas alemanas iniciaron su ocupación por tierra.[8] En los días siguientes, Bulgaria, Hungría e Italia sumaron sus fuerzas a la Alemania nazi para desmembrar el Reino de Yugoslavia, con el apoyo del recién creado Estado títere fascista del Estado Independiente de Croacia.[13][7] Con el camino expedito, Grecia cayó una semana más tarde, lo que aseguró al Tercer Reich su dominio sobre los Balcanes y la mayor parte de la Europa continental, y quedó listo para lanzar el ataque contra la Unión Soviética.Fui llamado inesperadamente a Berlín, donde recibí órdenes del Reichsmarshal Göring de preparar las operaciones aéreas contra Yugoslavia.[1][19] El mariscal de campo alemán Paul von Kleist, comandante del I Panzergruppe dijo durante su juicio después de la guerra: «El ataque aéreo sobre Belgrado en 1941 tenía un carácter principalmente político-terrorista y no tenía nada que ver con la guerra.
Aviones de la
Luftwaffe
sobre el cielo de
Belgrado
el 6 de abril de 1941, primer día de bombardeos. 2236 aparatos sobrevolaron la ciudad durante los cuatro días de ataques indiscriminados.
El edificio principal de la
Estación Principal de Belgrado
, tras el ataque con
bombas incendiarias
a que fue sometido por la aviación alemana. El edificio, construido entre 1881 y 1884 cuando
Serbia
era un protectorado
otomano
, sufrió también los bombardeos de la aviación aliada tres años más tarde.