Bombardeo de Belgrado (1941)

El rey Pedro II y su Gobierno partieron al exilio en Londres, y el Estado balcánico fue repartido entre las potencias del Eje; tanto la ciudad como Serbia permanecieron durante más de tres años bajo ocupación alemana.[13]​ Hitler se vio entonces obligado a intervenir, al ver peligrar futuras operaciones por la presencia militar Aliada en el país.[15]​ Algunos partidos políticos de oposición al Eje y la promesa de ayuda militar del Reino Unido, que estaba entonces en guerra con la Alemania nazi, alentaron a los conspiradores militares para dar el golpe.Hitler tomó el golpe como un insulto personal,[16]​ y estaba tan enojado que decidió «sin esperar a posibles declaraciones de lealtad del nuevo gobierno, destruir Yugoslavia militarmente y como nación».[21]​ Sin embargo, el 5 de abril Hitler, superando las reservas iniciales, dio la orden del ataque.Por ello, e inmediatamente antes del inicio de las hostilidades, la actividad diplomática alemana fue encaminada contra posibles esfuerzos externos por ayudar a Yugoslavia.[19]​ Alexander Löhr estaba al mando de la Luftflotte 4 (Cuarta flota aérea), que fue la designada para efectuar el ataque.Fliegerkorps (Octavo cuerpo aéreo) de la cuarta flota, al mando del general Wolfram von Richthofen.[3]​ Belgrado (junto con Zagreb y Liubliana)[16]​ había sido declarada ciudad abierta dos días antes,[21]​ por lo que carecía de defensa antiaérea.[37]​ Los efectivos Stukas ejecutaron un sistemático bombardeo en picado sobre objetivos plenamente planificados, como los hangares, la torre de control y los aparatos estacionados.[36]​ En total, durante el primer día de hostilidades, la flota alemana derribó 24 aviones yugoslavos y destruyó otros 40 en tierra.[37]​ Con este ataque estratégico, los aviones alemanes obtuvieron la total superioridad aérea para continuar su ofensiva.Inmediatamente, escuadrillas destinadas en otras bases aéreas del país se incorporaron a la defensa aérea de la ciudad.Un número desconocido quedaron sepultados bajo los escombros,[3]​[39]​ incluyendo 192 muertos al ser alcanzado un refugio subterráneo en el Parque Karađorđev.[42]​ El 10 de abril, debido al mal tiempo, no se produjeron incursiones aéreas.[42]​ El último día de combates, el 12 de abril, se produjeron las últimas escaramuzas aéreas, y la Real Fuerza Aérea Yugoslava quedó completamente incapacitada para prestar la más mínima oposición a la ofensiva alemana.[44]​[45]​ Ese día, el rey Pedro II y su gabinete —encabezado por el primer ministro Dušan Simović— abandonaron la ciudad y buscaron refugio en las áreas montañosas del país, con la intención de partir al exilio, ya que nadie confiaba en una resistencia prolongada ante la invasión.[48]​ Tras la división y exilio del Gobierno, el Real Ejército Yugoslavo comenzó también a derrumbarse.[50]​ Al final de la guerra, y bajo la influencia de los vencedores, el soberano debió reconocer un nuevo Gobierno pactado entre su primer ministro Ivan Šubašić y el líder partisano Josip Broz Tito, que a la postre se convertiría en gobernante del país.Al haber sido declarada ciudad abierta, carecía de defensa antiaérea,[31]​ y los medios de la Real Fuerza Aérea Yugoslava (Jugoslovensko kraljevsko ratno vazduhoplovstvo, JKRV por sus siglas en serbocroata) eran en su mayoría obsoletos.[37]​ Todo ello teniendo en cuenta que el ataque relámpago de la Luftwaffe impidió a la fuerza aérea yugoslava ofrecer una resistencia organizada.Los alemanes continuaron emitiendo desde otro edificio por su misma frecuencia, con una programación destinada a sus soldados, donde se popularizó la canción «Lili Marleen».La Iglesia de San Marcos, situada en el Parque Tašmajdan y que había sido terminada un año antes, resultó destruida, aunque después de la guerra se edificó una nueva con el mismo nombre.[40]​ La Catedral de San Sava, el templo ortodoxo más importante del país, que se encontraba en construcción, no sufrió daños graves, y los alemanes lo utilizaron como aparcamiento durante la ocupación.[24]​[35]​ Se estima que 714 edificios quedaron completamente destruidos, 1188 lo fueron parcialmente y 6826 resultaron seriamente dañados.[4]​ Siguiendo los planes previstos, y tras haber eliminado las principales defensas de la ciudad, las fuerzas alemanas iniciaron su ocupación por tierra.[8]​ En los días siguientes, Bulgaria, Hungría e Italia sumaron sus fuerzas a la Alemania nazi para desmembrar el Reino de Yugoslavia, con el apoyo del recién creado Estado títere fascista del Estado Independiente de Croacia.[13]​[7]​ Con el camino expedito, Grecia cayó una semana más tarde, lo que aseguró al Tercer Reich su dominio sobre los Balcanes y la mayor parte de la Europa continental, y quedó listo para lanzar el ataque contra la Unión Soviética.Fui llamado inesperadamente a Berlín, donde recibí órdenes del Reichsmarshal Göring de preparar las operaciones aéreas contra Yugoslavia.[1]​[19]​ El mariscal de campo alemán Paul von Kleist, comandante del I Panzergruppe dijo durante su juicio después de la guerra: «El ataque aéreo sobre Belgrado en 1941 tenía un carácter principalmente político-terrorista y no tenía nada que ver con la guerra.
Alexander Löhr y Wolfram von Richthofen en una imagen del Bundesarchiv de febrero de 1942. Ambos comandaban las unidades que llevaron a cabo el bombardeo de la capital yugoslava: Löhr como comandante en jefe de la Luftflotte 4 y von Richtofen al mando del VIII. Fliegerkorps , subordinado del primero. [ 19 ]
Aviones de la Luftwaffe sobre el cielo de Belgrado el 6 de abril de 1941, primer día de bombardeos. 2236 aparatos sobrevolaron la ciudad durante los cuatro días de ataques indiscriminados.
Un grupo de bombarderos Junkers Ju 87 Stuka de la Luftwaffe sobrevolando Montenegro en octubre de 1943. Los Stukas , cuya eficacia fue probada en la Guerra Civil Española durante el bombardeo de Guernica , tuvieron un gran protagonismo en los primeros ataques aéreos de la fuerza aérea alemana en la Segunda Guerra Mundial , como ocurrió durante el bombardeo de Belgrado .
El edificio principal de la Estación Principal de Belgrado , tras el ataque con bombas incendiarias a que fue sometido por la aviación alemana. El edificio, construido entre 1881 y 1884 cuando Serbia era un protectorado otomano , sufrió también los bombardeos de la aviación aliada tres años más tarde.
El primer ministro Dušan Simović , el rey Pedro II de Yugoslavia y el ministro de la corte Radoje Knežević , poco después de llegar a Londres , en junio de 1941. El Gobierno yugoslavo en el exilio dio en principio su apoyo a los combatientes monárquicos chetniks de Draža Mihajlović en la Guerra de Liberación Nacional , pero el acercamiento de estos al Eje y los extraordinarios progresos de los partisanos de Tito provocaron que el rey y su gabinete se quedasen de facto sin representación de ningún tipo en su propio país. [ 43 ]
Hermann Göering en 1946 durante los Juicios de Núremberg . El Reichsmarschall justificó en todo momento el ataque a Yugoslavia como un resultado del (según sus propias palabras) golpe de Simović . [ 25 ] ​ Además, no reconoció que la población belgradense se encontrase indefensa durante el bombardeo, calificando Belgrado como una «fortaleza». [ 22 ]