Durante la Segunda Guerra Mundial, como principal nudo ferroviario del país, la estación sufrió ataques aéreos, siendo prácticamente destruida durante los bombardeos alemanes de 1941 y de nuevo atacada por los aliados en 1944.
La estación se encuentra muy bien comunicada: 11 líneas del Tranvía de Belgrado tienen parada en sus inmediaciones.
Es una de las primeras estaciones de tren en Serbia cuyo proyecto incluía el programa arquitectónico específico y contenidos adaptados a los logros técnicos europeos.
Está diseñada en el espíritu del academicismo como un edificio representativo, de base dentada.
La composición arquitectónica está dominada por un resalto clasicista central de la entrada principal, por encima del cual se encuentra un tímpano triangular.