El blanco es un color acromático (sin croma), de claridad máxima y oscuridad nula.
[3] Los colores similares al blanco son denominadas blanquecinas o blancuzcas, que poseen una ligera sugerencia de saturación y matiz.
[4][5][6] En idioma castellano, el término «blanco» comienza a usarse hacia el año 1140.
Otro sinónimo es cándido, del latín candĭdus, ‘blanco, puro’, ‘sincero, honesto’.
[11] Asimismo, siguiendo el lenguaje poético, está níveo, del latín niveus.
Para crear el blanco, se mezclan los tres colores primarios en su máxima intensidad.
En iluminación artificial se busca crear diferentes tipos de blancos para poder asemejarse a esa luz natural cambiante.