Bien público

Estos son bienes que se pueden dividir para ser proporcionados o consumidos.

Por ejemplo (aún cuando no el mejor) la señal de radio mencionada está disponible a quien sea que tenga acceso a un receptor, pero la propiedad de la empresa emisora no es necesariamente ni comunal ni estatal.

Un ejemplo típico de bien público es la defensa nacional, ya que todos los ciudadanos están protegidos y el hecho que un individuo de un país esté protegido no reduce la protección para otro ciudadano.

Otros ejemplos son los fuegos artificiales que brinda el gobierno en fechas patrias, la luz de un faro que indica la distancia a la orilla del mar, plazas públicas, monumentos públicos, etc. James Tobin sugiere que el dinero moderno es una institución social y un bien público[4]​ (ver Chartalismo).

La baja capacidad de exclusión implica que es imposible o muy difícil prohibir el consumo de un bien a otros individuos (se ha alegado que todo bien es excluible, si se está dispuesto a tomar las medidas necesarias y costearlas; esto enfatiza que el concepto es relativo a consideraciones legales y sociales).

La defensa nacional entendida como garantía y protección frente a un hipotético enemigo exterior, es un bien que ofrece el Estado a la ciudadanía y alcanza por igual a todos los ciudadanos del territorio y el hecho de que un individuo de un país esté protegido por la defensa nacional, no implica menores garantía para otro ciudadano.

Un ejemplo son las autopistas, cuando llegan a estar congestionadas los conductores se ven perjudicados.

Al no ser factible la exclusión, la producción de los bienes públicos beneficia por igual a aquellos consumidores que cooperen en su financiación, y a aquellos consumidores que no lo hagan.

[7]​ Nótese que en esa definición Bello utiliza dos criterios: la propiedad es estatal, el usufructo es general a los habitantes.