Defensa nacional

Las fronteras nacionales están emparentadas con la función eminentemente defensiva que tenían las murallas de las antiguas ciudades.

Sin embargo en muchas ocasiones, las fuerzas armadas han sido utilizadas como factor de poder interno, para enfrentar a la ciudadanía y asumir el gobierno.

Sin embargo la inteligencia va mucho más allá del espionaje, porque implica obtener y procesar los datos sobre otros países, necesarios para conocer cual es su capacidad de ataque.

El más conocido en el mundo es la OTAN, un acuerdo de defensa mutua realizado entre los países europeos y Estados Unidos, Canadá y Turquía, pensado originalmente durante la Guerra Fría (1945-1991) para oponerse militarmente al bloque comunista organizado en una alianza defensiva similar llamado Pacto de Varsovia.

El terrorismo internacional y el narcotráfico se han presentado como problemas frente a los criterios tradicionales en materia de defensa.

En ambos casos se trata de actividades llevadas adelante por organizaciones que no son estados y por lo tanto rompen el esquema clásico interior-exterior.

Desde la primera mitad del siglo XX, algunos estados han comenzado a sostener que el terrorismo debía ser enfrentado con criterios particulares de defensa.

Por su parte el narcotráfico ha organizado estructuras internacionales ilegales y armadas que en reiteradas oportunidades han llevado a la intervención militar.

Esto ha provocado un amplio debate sobre la conveniencia o no de involucrar a las fuerzas armadas en la represión del narcotráfico.