La Fuerza D llegó al último momento, y los británicos contaron entonces con una ligera ventaja.
Durante la retirada, el destructor Lanciere fue seriamente dañado y tuvo que ser enviado al puerto para repación.
El crucero pesado Berwick fue dañado al inicio del combate por un solo proyectil de 8 pulgadas.
En total, el combate duró 54 minutos y no arrojó ningún resultado decisivo aunque algunos historiadores coinciden en que representó una leve desventaja dado los daños sufridos a la flota británica que combatió en esa batalla.
Al final, todos los convoyes llegaron sin inconvenientes a sus destinos: Malta y Alejandría.