Batalla de Torroella

En el año 1694 el rey francés decidió concentrar sus esfuerzos en Cataluña y puso al ejército de Nicolas Catinat en Piedmont en situación de defensa, reservando más tropas para el frente español.

Los regimientos franceses se componían principalmente de tropas veteranas, mientras que las fuerzas españolas tenían un gran número de reclutas y unidades recién formadas y casi nada fogueadas.

El ejército español estaba dividido en tres cuerpos para proteger los vados de Verges, Ullà y Torroella.

Según las fuentes francesas, las pérdidas españolas superaban los 9.000 hombres incluyendo 2.000 prisioneros, mientras que sus propias bajas ascendían a unas 500.

En esta situación, el virrey no tuvo otra opción que enviar algunas tropas a Gerona y marchar con la mayor parte del ejército hacia Barcelona, donde permaneció todo el mes de junio.