Expedición de Cartagena (1697)

La guerra de los Nueve Años tocaba a su fin y su resultado continuaba indeciso.

El Rey se unió a la expedición proporcionando siete barcos y tres fragatas.

Los filibustieros se sorprendieron de que Jean-Bernard de Pointis abandonase la tierra firme española aunque había prometido que Ducasse se convertiría en gobernador.

[3]​ El regreso a Francia se hizo con la fiebre amarilla, que diezmó poco a poco los barcos, de igual forma que destruyó una buena parte de los escoceses del Proyecto Darién el mismo año, un centenar de kilómetros más al sur.

El duque de Saint-Simon describió la expedición con precisión y énfasis en sus memorias, como