Aproximadamente entre los siglos IX y XV los caribes invadieron la costa atlántica del valle del río Magdalena, estableciéndose en la zona de los actuales departamentos de Tolima y Cundinamarca, pasándose a llamar panches.
Los panches, inferiores en número, salieron a su encuentro dirigidos por varios caciques, posiblemente con Siquima como comandante máximo por sus reconocidas capacidades y alto prestigio.
La contienda se inició temprano en la mañana cuando los jinetes españoles intentaron asaltar la posición enemiga pero les cayó encima una lluvia de proyectiles que les forzó a desistir, el Zipa ordenó a sus guerreros cubrir la retirada de sus aliados e intentar por su parte asaltar la fortaleza, lo que terminó en un gran fracaso.
Los caciques sobrevivientes enviaron 4 embajadores con guamas, aguacates y oro reconociendo su sumisión al poder español.
[4] La alianza entre el adelantado y el Zipa no fue permanente, este último resultó ejecutado tras negarse a entregar sus tesoros.