Batalla de Rubinat

Este fue el principal argumento utilizado por el Consell del Principat, junto con su alianza con el rey francés, para declarar a Juan II cuatro días después «enemigo de la cosa pública» y «enemigo de la tierra».Allí recibió una angustiosa carta de la reina Juana Enríquez pidiéndole que acudiera rápidamente a Gerona para levantar el cerco de la Força Vella.[5]​ En dos días se plantó en las puertas de la ciudad y entró en ella sin combatir ya que las fuerzas del conde de Pallars, muy inferiores en número, se habían retirado.Parece que hubo bastantes bajas por ambos bandos aunque la victoria del ejército realista fue total.Varios jefes militares «rebeldes» fueron hechos prisioneros durante la batalla y al año siguiente fueron ejecutados.