Tratado de Bayona (1462)

Eran unas duras condiciones para Juan II, pero como ha destacado Jaume Vicens Vives, «la situación desesperada de su esposa e hijo en Gerona, el desencadenamiento de la revolución en Cataluña, no le dejaban abierta otra puerta.Tenía que claudicar y lo hizo con resentimiento, prometiendo vengarse».Cuando Juan II y su ejército alcanzaron Perpiñán, el 1 de febrero de 1463, la población les abrió las puertas y les entregó la ciudad.El 17 de septiembre, se firmó el Tratado de Perpiñán, según el cual los condados quedaban como territorio neutral hasta que Juan saldase la deuda contraída con el monarca franćes.Juan II nunca pagó la deuda; como los condados se mostraban levantiscos y reacios a aceptar la administración francesa (lo que se reflejaba, en especial en la resistencia de los perpiñaneses),[11]​ Luis XI decidió entregárselos a Fernando II.