Tratado de Perpiñán (1473)
En la convocatoria se había establecido que la inauguración de las Cortes tendría lugar en Barcelona el 15 de enero de 1473, pero se tuvo que retrasar porque el rey Juan II acudió en ayuda de Perpiñán que se había sublevado contra Luis XI.Se le daba un plazo de un año para el pago de esa cantidad y durante ese tiempo el mando de los condados correría a cargo de un gobernador elegido por el rey francés entre diez candidatos propuestos por el rey aragonés.En cuanto a las fortalezas se acordó que serían regidas por un capitán general nombrado por el rey aragonés entre cuatro candidatos presentados por el rey francés.«Podríamos utilizar esta palabra si el monarca aragonés hubiera podido rescatar íntegramente su soberanía en los condados», pero el tratado «no fue, en la mente de Luis XI, más que un eventual instrumento de tregua mientras no se despejara el horizonte diplomático del Norte de Francia [ su enfrentamiento con el duque de Borgoña Carlos el Temerario ].Luego volvería a la carga para realizar sus propósitos pirenaicos».En cuanto a Juan II, Vicens Vives afirma que al aceptar el tratado, «reconocía que no se hallaba en condiciones de restaurar la plenitud de sus derechos en Rosellón y Cerdaña por el único medio que aceptaría su rival: la fuerza.Su aparatosa entrada en Barcelona en octubre de 1473, realizada, según ciertas versiones, en el carro triunfal de los héroes, no correspondía a una victoria que no se había producido».