Conseguida la victoria en Mullihambato, el ejército atahualpista tomó Cajamarca, que convirtieron en su base de operaciones.
Hasta allí se trasladó Atahualpa mientras sus generales Quizquiz y Chalcuchímac proseguían la campaña hacia el sur.
[9] Hasta ese momento, tanto Atahualpa como Huáscar se habían mantenido en retaguardia o en sus capitales, dejando la dirección de las operaciones a sus generales.
Éste cruzó el curso fluvial, llegó a una hondonada o barranco profundo y decidió entrar pues su misión era actuar de vanguardia del Sapa Inca, pero una vez dentro fue atacado desde las laderas por los atahualpistas, resultando masacrada su tropa.
[2] Los atahualpistas saquearon el Cuzco y destruyeron la momia del Inca Túpac Yupanqui, quien los había conquistado muchos años atrás.