La lucha fue feroz y los sitiados infligieron graves pérdidas a los sitiadores.
[1] Tras algunos combates confusos (debido en parte a lo áspero del terreno), los Confederados se retiraron.
[1] En su camino hacia el norte, Ormonde permitió a sus soldados descansar cerca de Borris en Condado Carlow.
A la mañana siguiente, Ormond y Lisle quedaron conmocionados al descubrir que su ejército había quedado privado de armas y suministros.
150 años después tendría lugar otra Batalla de New Ross, cuando los Irlandeses Unidos intentaron conquistar la ciudad.