Batalla de Liegnitz

Para llevar a cabo este ataque, el jefe mongol tenía que neutralizar Polonia para proteger su flanco y la retaguardia.Enrique tomó posiciones en un espacio elevado, con la caballería en vanguardia y la infantería detrás.Pero cuando se inició la batalla, estos pasaron al ataque sin lanzar sus acostumbrados aullidos ni los lúgubres toques de trompa.Los caballeros ansiosos por entrar en acción, se precipitaron sobre el enemigo, pero los esperaba una nueva sorpresa, ya que los mongoles simplemente estaban poniendo en práctica su táctica preferida: simular una retirada para atraer al adversario a la trampa.Una vez que los caballeros entraron en contacto con la infantería mongola, los arqueros montados de la horda pasaron al contraataque sobre los flancos.Como no podían alcanzar a los caballeros vestidos con armadura, disparaban contra las monturas.