En Alemania, la batalla se conoce como el Schlacht bei Homburg an der Unstrut, por un cercano Kaiserpfalz y un monasterio.
El traslado de Enrique a Langensalza le acercó al campamento sajón.
Los líderes sajones tomaron sus caballos y huyeron, pero los soldados de infantería fueron masacrados.
Conmocionó a los sajones y los partidarios de la rebelión se desesperaron.
Enrique exigió un breve encarcelamiento para todos los líderes, así como la confiscación de sus feudos y su redistribución entre los partidarios imperiales leales.