El Arzobispado de Magdeburgo (en latín, Archidioecesis Magdeburgensis; en alemán, Erzstift Magdeburg) fue una archidiócesis de la Iglesia católica y un estado imperial eclesiástico dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.
Como estado integrante del Sacro Imperio, era gobernado secularmente por los arzobispos en calidad de príncipes, su capital estuvo centrada en la ciudad de Magdeburgo, y su territorio se encontraba a lo largo del río Elba.
Planificado por los gobernantes del Sacro Imperio de la dinastía Sajona desde el año 955 y establecido en 968, el arzobispado comenzó siendo un instrumento de cristianización y germanización de los pueblos eslavos occidentales del este del Sacro Imperio desde finales del siglo X y terminó en 1566 con el triunfo de la Reforma protestante en el norte de Alemania, sin arzobispos y siendo gobernado por administradores, algunos de los cuales incluso fueron luteranos administrando la diócesis católica.
En la actualidad, la diócesis de Magdeburgo es la moderna y pequeña diócesis católica alemana heredera del Arzobispado de Magdeburgo.
Los pocos católicos que quedaban en el arzobispado de Magdeburgo recibieron su cura de almas adscritos en el Vicariato apostólico misionero del Norte desde 1670, dirigido por vicarios apostólicos con sede en el arzobispado de Colonia.