Los ejércitos alemanes y austrohúngaros iniciaron la ocupación sin mucha resistencia.
La Legión Checoslovaca (sobre 42.000 soldados), hasta ese momento ocupados en batallas de retirada con esos ejércitos, inició el camino para escapar de Rusia por el ferrocarril Transiberiano.
La amenaza era grave, porque los legionarios capturados eran sumariamente ejecutados como traidores por el Imperio austrohúngaro.
Los combates se inician el 10 de marzo y duraron hasta que el último tren con legionarios deja la población, continuando su camino a Vladivostok.
Las pérdidas de la legión fueron: 145 muertos, 210 heridos y 41 desaparecidos.