Una barca sagrada, en el Antiguo Egipto, era un barco fluvial utilizado como un medio de transporte en los funerales y en la esfera religiosa, elevada a símbolo de las embarcaciones rituales, como lo atestiguan la importante documentación iconográfica y literaria conservada.
Estaban hechas principalmente de papiro y solamente las destinadas al faraón y al clero, se construían de madera procedente de Siria y Fenicia, puesto que en el valle del Nilo solo crecían pequeños árboles que proporcionaban una madera no adecuada para construir barcos.
En el cielo, que los egipcios consideraban un río, el difunto se consideraba 'justificado'[1] y viajaba hacia el occidente con Ra en su barca solar y juntos llegaban a la Duat, aunque ningún texto egipcio lo describe claramente (la evolución de las diversas doctrinas religiosas difumina la descripción del propio viaje).
[2] Después se han identificado cuatro barcas, gracias a los Textos de las Pirámides, como barcas Sejem, donados por los dioses de los cuatro puntos cardinales al rey difunto que le permitirían alcanzarlos.
Las barcas sagradas más elaboradas se construyeron durante el reinado de Hatshepsut y pueden verse, en relieves, las barcas de la tríada tebana: Amón, Mut y Jonsu.