La mayoría estaban hechas de fayenza, madera o piedra.
Su nombre varió a medida que la lengua egipcia fue evolucionando.
El número de ushebtis depositados en las tumbas varió según la época e importancia del personaje.
Durante la dinastía I, el faraón Dyer fue inhumado junto a su esposa y en las inmediaciones de su tumba se hallaron más de trescientos sirvientes.
A partir del Imperio Medio se generalizó el empleo de ushebtis.