Los principales artífices fueron los ilustradores-pintores-ceramistas Enrique Guijo y Alfonso Romero, andaluces formados en alfares sevillanos.
[9] La taberna se cerró en 2003 para su tercera restauración tras 105 años de historia, y el edificio fue vendido para su rehabilitación.
[10] En la temática de los azulejos ("fijados con mortero a las paredes sobre una tela de malla azul"), predominan los tópicos andaluces y una estética que puede marcarse como precedente del «typical Spanish» y el cartelismo costumbrista español.
Entre los conjuntos o paneles más curiosos o atrevidos hay que citar una sensual Leda abrazada al mítico cisne, y una danza macabra de esqueletos firmada por C. G. Rajel, al parecer autor asimismo de la etiqueta y publicidad del vino de Oporto Sandeman.
Entre la leyenda y la historia se escribe el anecdotario de esta cueva frecuentada por grandes de España, gobernantes y señoritos, que celebraban «como desnudos toreros corridas privadas con prostitutas como toros».