También es citado como Baeldaeg (n. 243) en algunas fuentes protohistóricas,[1] que se refiere a un antiguo rey escandinavo del siglo III.La Edda poética, compilada en el siglo XIII en Islandia pero basada en poemas en nórdico antiguo mucho más antiguos, y la Edda prosaica contienen numerosas referencias a la muerte de Balder, interpretada como una gran tragedia para los Æsir y una de las señales precursoras del Ragnarök.Thomas Calvin sugiere que Phol puede ser un nombre alternativo del propio Balder.[3] También se ha propuesto que Balder sea una forma nominal en genitivo con el significado de Señor.Entre las visiones que la völva describe en la profecía conocida como Völuspá está la del muérdago fatal.Para descifrar los sueños de Balder, Odín, montado en su caballo Sleipnir, descendió cabalgando al Hel.Allí le salió al encuentro el perro ensangrentado Garm, pero Odín logró evitarlo y llegó a una puerta que se halla del lado de poniente.Ella se quejó, pero Odín la obligó a descifrar el sueño de su hijo.Una tercera versión ignora totalmente todos estos hechos y dice directamente que Höðr apuñaló a Baldr.[7] Thor pateó al enano Litr dentro del barco funerario, donde se quemó vivo.Hyrrokin, una Jotun, fue quien empujó el barco al mar mediante un topetazo, mientras cabalgaba sobre su lobo.Y así lo hicieron, todas excepto una giganta llamada Thok que se negó a llorar por el dios asesinado.Cuando los dioses descubrieron que la giganta era en realidad Loki disfrazado, lo cazaron y lo ataron a tres rocas.Luego ataron a una serpiente sobre él, de la cual goteaba veneno sobre la cara del dios.Balderus era un semidiós y el acero común no podía herir su cuerpo sagrado.[13] Hay algunos lugares antiguos en Escandinavia que contienen el nombre Balder: Otros podrían ser, en sus formas en nórdico antiguo: La legendaria muerte de Balder se asemeja a la del héroe persa Esfandyar en la épica Shahnameh.[14] Balder, un dios de la luz, comparte las mismas características que Jesús al ser un joven dios que muere y resucita para regresar luego del Ragnarök, el fin del mundo comparable al Apocalipsis cristiano, para acompañar la nueva era de paz.